¿Fracaso si no soy productiva?

El miedo al fracaso es, posiblemente, uno de los mayores temores que tenemos a la hora de emprender. Nos atemoriza la idea de pensar que hemos fracasado, pero…

¿Realmente existe el fracaso?

Coloquialmente entendemos que el fracaso es lo contrario al éxito. Creemos que fracasamos cuando las cosas no salen como nosotras queríamos y no obtenemos el resultado que estábamos buscando.

Ahora bien, ¿qué es lo que en verdad ocurre cuando no tenemos el resultado que deseamos?

Fracaso

≫ El fracaso es subjetivo

Cuando creemos que fracasamos es porque no se han cumplido las expectativas que habíamos creado en nuestra mente.

A nuestra mente le encanta imaginar y describir con lujo de detalle lo que quiere. Sin embargo, es posible que a veces te aferres a esa imagen mental de tal forma que si algo se sale de ese «plan» lo tomarás como fracaso.

No me canso de observar como lo que muchas veces consideramos como «problemas» otras personas lo acaban viendo como una oportunidad. Esta realidad me ha llevado a estudiar mucho al respecto y la reflexión que quiero compartir contigo en este artículo es que el fracaso es algo totalmente subjetivo.

Sí, sí, como lo lees.

El fracaso es subjetivo, lo que significa que lo que tú consideras como fracasar, no es lo mismo que lo que yo pienso y, viceversa. Has de darte cuenta de que yo he creado una serie de imágenes mentales ante una realidad y tú otras y, por tanto, nuestra perspectiva cambia.

≫ Fracaso = Oportunidad

Ahora que ya sabes que el fracaso es subjetivo quiero decirte que ante una realidad diferente a nuestras expectativas, TODOS los seres humanos tenemos dos opciones:

  • Verlo como un fracaso.
  • Verlo como una oportunidad.

Aunque ahora te parezca imposible ver tu «mayor fracaso» como una oportunidad, has de ser consciente de que la opción está ahí y tú eliges en qué enfocarte.

Si decides ver tu realidad como un fracaso, es probable que adoptes una actitud victimista. Pensamientos como «pobre de mí» serán los que alberguen en tu mente.

No obstante, si decides ver esa realidad que tienes delante como una oportunidad, es posible que empieces a observar matices que antes no veías y, sobre todo, tu enfoque estará en buscar soluciones y no en centrarte en el problema.

Es un juego mental, tú decides dónde poner el enfoque. Para conseguir ver una oportunidad ante un «fracaso» puedes hacerte estas dos preguntas

¿Qué oportunidades me está ofreciendo esta realidad?

¿Qué puedo aprender de aquí?

Con estas simples pero poderosas preguntas tu perspectiva va a cambiar inmediatamente. Pronto vas a ver el lado victimista quedará anulado y la persona resolutiva que llevas dentro saldrá a la luz.

Oportunidad del fracaso

≫ ¿Fracaso si no soy productiva?

Llegados a este punto, ya podemos responder a esta pregunta con conocimiento de causa.

La realidad es que eres tú quién decide responder Sí o No a esta pregunta.

Si decides responder «SÍ», volverás a adoptar una actitud victimista, estarás centrada en el «pobre de mí» que hablábamos antes.

Si por el contrario, respondes «NO», inmediatamente vas a poder ver que si hasta ahora no has cumplido con las expectativas que te habías marcado es porque probablemente hay cosas que has pasado por alto o hay aprendizajes que debes adquirir para llegar a donde quieres llegar. Te harás preguntas como, ¿qué tengo que aprender para conseguir los resultados que deseo?

Elegir una opción u otra es tu responsabilidad y, por ende, las consecuencias que tienen ambas opciones también son tu responsabilidad.

≫ Mi reflexión personal

Pocas veces doy mi punto de vista en mis artículos, normalmente lo reservo para mí pero, dado que sois muchas las emprendoras que me escribís frustradas por lo conseguir los resultados deseados, quiero compartir contigo una reflexión personal sobre este tema.

Hace muchos años, cuando me frustraba porque las cosas no salieran como yo quería, uno de mis mentores me dijo: «Alexandra, en la vida o ganas o aprendes, pero nunca fracasas».

He de reconocerte que tardé años en entender esa frase y hoy dado que sé lo mucho que ha cambiado mi vida, quiero compartirla contigo. Si ahora mismo piensas que has fracasado, solo puedo decirte que lo único que has hecho es aprender algo, aunque solo sea el simple hecho de no dar los mismos pasos que has dado.

Por tanto, ¿qué has aprendido no siendo productiva?

¡Te leo en los comentarios!

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