¿Tienes un objetivo bastante grande y no sabes por dónde empezar? ¿Sabías al dividir tu objetivo en partes aumentas tu productividad?
Muchas veces, nos animamos a desear objetivos que son ambiciosos, que realmente nos mueven por dentro, pero vemos que el objetivo es tan grande que ni siquiera sabemos por donde empezar.
Es probable que te hayas encontrado más de una vez en una situación en la que incluso hayas tirado la toalla por no saber cómo lograr eso que deseas. Precisamente por ese motivo, en el artículo de hoy voy a explicarte una técnica de 3 pasos que hará tu objetivo más tangible y, por ende, más alcanzable.
➡ Divide tu objetivo
Cuando realizo sesiones de coaching o consultoría con mis clientas, lo primero que hacemos en dividir el objetivo que tenemos delante en partes. Para explicarte este apartado, voy a compartir una metáfora muy utilizada en el mundo del coaching:
Imagina que te encuentras perdido en la Sabana Africana; llevas días sin comer nada, te sientes débil y sin fuerzas. Intentando buscar ayuda te encuentras con un elefante.
Tienes delante de ti un animal que mide el doble o triple que tú y pesa unos 5.000 kg. Sabes que la única opción que tienes para sobrevivir es comerte ese elefante.
¿Cómo te comerías el elefante? ¿Por dónde empiezas? ¿Qué partes puedes comerte?
La realidad es que surgen muchas dudas y parece algo imposible de digerir; pero, si troceas el elefante y te lo comes por partes, empiezas a ver que poco a poco te encuentras partes más pequeñas, lo cual te permite avanzar hacia tu objetivo: comerte ese elefante para sobrevivir.
¿Qué relación tiene este ejemplo con la productividad? Mucha.
Cada objetivo que te planteas, es para ti un elefante en estos momentos. Tienes delante de ti algo que no sabes por dónde empezar a digerirlo, Sabes con certeza la meta; pero al igual que ocurría en el ejemplo anterior, te estás preguntando lo siguiente:
“¿Cómo puedo conseguir mi objetivo? ¿Por dónde empiezo? ¿Qué partes me acercan a mi objetivo?”
Ahora vamos a dar respuesta a todas estas preguntas. En este punto lo que vamos a hacer es dividir nuestro elefante (objetivo) en partes. Para ello, debes responder a la siguiente pregunta: ¿Qué proyectos necesito llevar a cabo para conseguir mi objetivo?
Te pongo un ejemplo, imagina que tu objetivo es correr una maratón en un año, ¿cómo te preparas para que cuando llegue el año consigas correr una maratón? Dividiéndolo en partes; en otras palabras, dando respuesta a la siguiente pregunta: ¿qué proyectos necesitas llevar a cabo para conseguir tu objetivo?
Podríamos decir, por ejemplo, que serían estos 5 proyectos:
- Preparación física: entrenamiento de fuerza y correr de forma progresiva durante ese año.
- Correr media maratón primero.
- Cuidar alimentación.
- Contratar un entrenador o persona que te guíe.
- Contar con el equipamiento adecuado.
Como estás viendo, conseguir este objetivo no se trata solo de desearlo y quedarse sentado a que llegue. Para conseguir este y el objetivo que sea necesitas preparar el terreno y crear una estrategia.
➡ Crea una estrategia
Ahora que ya tienes tu objetivo dividido en partes, es el momento de empezar a definir una estrategia que te permita acercarte cada día un poco más hacia tu objetivo, ¿cómo?
Priorizando. Para crear una estrategia efectiva debes aprender a priorizar, ordena todos aquellos proyectos que tienes que llevar a cabo y empieza a definir qué es lo primero que tienes que hacer, luego lo segundo y así sucesivamente. De esta forma, estás trazando un camino para llegar a tu objetivo.
Es importante que la estrategia que crees sea cómoda para ti, con esto quiero decir que debe ser retadora pero posible. No te exijas demasiado, define pequeños pasos que sean realistas.
➡ Ejecuta tu plan
Una vez que hayas creado tu estrategia, es el momento de ejecutar el plan que has definido, no te quedes atrapada en la parálisis por análisis. Pon en marcha tus primeros pasos, cuando antes empieces, antes podrás ver si hay que perfeccionar la estrategia, pero si te quedas paralizada solo estarás haciendo hipótesis.
Estos tres pasos me ayudan mucho cada vez que veo un objetivo como un elefante de grande, siempre intento dividirlo en partes más pequeñas y creo una estrategia que me permita cada día acercarme un paso hacia mi objetivo. Cuando he conseguido hacer más asequible mi meta, pongo en marcha lo que he planificado, solo de esa forma puedo ver si realmente estoy acercándome a mi objetivo o no.
Si ahora mismo tienes un objetivo y no sabes por donde empezar, te animo a que sigas estos 3 pasos, te ayudarán a tener una visión diferente de tu meta y la hará más tangible.
¿Por qué parte del elefante vas a empezar?
¡Nos vemos en los comentarios!